Cada 8 de diciembre, los lioneses encienden farolillos en sus ventanas en homenaje a la Virgen. Estas iluminaciones constituyen una tradición muy arraigada en la vida de la ciudad que atrae miles de visitantes cada año.
Esta tradición nació hace cerca de un siglo y medio. El 8 de diciembre de 1852 se debía inaugurar la estatua de la Virgen María, erigida en la colina de Fourvière. Un momento importante para todas las personas con fe de la ciudad, ya que este acontecimiento se había aplazado debido a una crecida del Saona. Originalmente debía celebrarse el 8 de septiembre, día de la fiesta de la Natividad de la Virgen y fecha aniversario del voto de los regidores de 1643. Sin embargo, en esa noche del 8 de diciembre, mientras que se prepara la fiesta, los notables católicos lioneses proponen iluminar las fachadas de sus casas como se hace tradicionalmente para los grandes acontecimientos. Pero una tempestad cae sobre Lyon y amenaza una vez más la ceremonia. Afortunadamente, el tiempo vuelve a ser clemente. Entonces la población, que tanto había esperado este acto, ilumina con un gesto espontáneo sus ventanas y acude a las calles. Se ha mantenido dicha costumbre hasta la actualidad.
Alrededor de esta fiesta religiosa, se realizan espectaculares alumbrados desde hace cuatro años, en el marco de un festival: « El festival de la luz » convertido en « Fiesta de las luces ».
Este Festival que les muestro a continuación es el de 2008 un verdadero espectáculo y algo que a mi parecer debe ser muy difícil de lograr, fijénse como están iluminando estos edificos los proyectores que han de necesitar, es un verdadero arte para todos los sentidos.
Hey muy chulo johanna el articulo, buena manera de entretenimiento.
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