3. No todos saben que para los led y las lámparas de yoduros metálicos los alimentadores necesarios para su funcionamiento tienen un consumo que disminuye el rendimiento alrededor de un 15 %;
4. Las bombillas de bajo consumo, los led y las lámparas de descarga de gas tienen todas un deterioro consistente del flujo luminoso: cuando se llega al 50% de su vida media deberían cambiarse;
5. El confort visual, el calor y la emoción que brinda la luz de la lámpara incandescente son características que todavía no poseen otras fuentes de luz artificial.
Convencidos de que es absolutamente necesario continuar con la investigación tecnológica, la salvaguardia ambiental, la consciencia y la educación al consumo, invitamos también a reflexionar sobre el bienestar, la emoción, la capacidad comunicativa de la que es capaz la luz.
Desde hace años Mario Nanni trabaja con la luz alejándose del concepto del diseño ilumino-técnico por puntos: no es la cantidad de luz sino su calidad la que hace de un diseño un diseño de luz bueno. Es necesario, para que esto siga sucediendo, que la bombilla exista. Es necesario evitar su uso indiscriminado, evitar la falta de consciencia proyectual que lleva a usar las fuentes de luz artificial de modo aproximativo, indiferenciado, hasta llegar al uso por moda. Cuando nació la bombilla se perdió la cultura y la sensibilidad de diseñar con la luz natural, no queremos que ahora su desaparición lleve a una nueva era de involución en el diseño y en el pensamiento.
Os pedimos que nos ayudéis a: estudiar, con consciencia, datos y leyes sobre este tema; recoger material útil para la salvaguardia de la bombilla; convertir esta investigación en una tesis de licenciatura, nosotros os acompañaremos en el recorrido.
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